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Esta historia es parte de mi primer viaje por Europa. Si quieren leer la primera parte del Diario de viajes pueden hacer click aqui 

6 de Octubre de 2013

Ese día nos levantamos alrededor de las 8:30. El desayuno de “Alberguinn” estaba bastante bien. Era tipo buffet y constaba de café, té, leche, cereales, pan, mermeladas, queso crema, frutas, etc. La cocina era completísima, desde microondas hasta tostadora, y obviamente todos los utensilios de cocina necesarios para hacer cualquier tipo de comida. Cuando terminamos lavamos lo que usamos, más allá que es lo que se debe hacer, era condición del lugar. A las 11 teníamos que estar en la “Plaza del Ángel”, o Plaça de l’Àngel, del Barrio Gótico de Barcelona, porque desde allí salía nuestro Free Tour.

Ahhhhhhhh… que maravilla esto de los Free Tours… resulta que en muchas de las ciudades de Europa hay de estos tours que son a la “gorra”, cada uno da la propina que le parece adecuada y nos pasean a pie por puntos clave de la ciudad, mientras el guía te va contando su historia y las curiosidades del lugar. En mi caso, y por recomendación de amigos que ya lo habían hecho, hice los tours de Sandemans. Estos ofrecen tours en español y en inglés todos los días a las 11 y a las 14 hs., generalmente, de una duración de 2:30 hs aproximadamente. Además de estas excursiones gratis, también ofrecen unas pagas, pero eso lo contamos más adelante cuando llegue el caso.

Bueno la cuestión es que se puede averiguar todo por internet y hasta reservar lugar que, para los que son gratis, ni hace falta. En la página te muestran un mapa con el punto de encuentro de cada tour y te cuentan cuales son los lugares a visitar. La verdad que es sumamente recomendable.

Bueno, volvamos a que estábamos saliendo del hostel: nos dirigimos hacia la estación de subte y he aquí el primer inconveniente del día. El boleto solo se podía sacar mediante máquinas expendedoras y el mecanismo no era muy sencillo, por lo menos para nosotras que, acá en Bs. As. el boleto es único para todos los subtes. La ciudad de Barcelona está dividida por zonas: la zona 1 corresponde a Barcelona ciudad, y de la 2 a la 6, las ciudades cercanas. Hay un montón de tipos de billetes que se adaptan a las necesidades de cada viajero según los días que vaya a estar. Lo bueno es que el boleto es multipersonal, por lo tanto si sacas un pase de 10 viajes entre 2 personas, viajan 5 veces las dos. Un beneficio de estos pasajes de subte es que también sirven para el autobús público, tranvías y ferrocarriles de cercanía, y podes hacer combinaciones sin la necesidad de gastar otro pasaje. Esto siempre y cuando estés dentro del límite de tiempo, que es de aproximadamente 1:30 hs. Por ejemplo: pongamos que toman un subte a las 12 del mediodía. El billete quedará marcado al ingresar a la estación. Al cabo de 20 minutos, salen a la superficie y toman un autobús, y 10 minutos más tarde otro subte, todo esto utilizando un solo viaje, sólo porque esta dentro de la hora y media desde cuando marcaron por primera vez el boleto.

Bueno la cosa es que todo esto lo ignorábamos, además de que no sabíamos ni que zona teníamos que sacar, porque no estaba muy bien indicado, ni el tema de tomar varios medios de transporte, etc. Buscamos a alguien que nos asesore, lo cual no fue nada fácil porque no había nadieee!!. Junto a los molinetes para bajar al subsuelo había una especie de pecera donde se veía que había algunas personas. Golpeamos la puerta y nos explicaron medianamente como era el sistema.

Tuvimos que hacer una combinación para llegar a Jaume I, la estación que salía a la “Plaza del Ángel”. Minutos antes de las 11, salimos a la superficie y buscamos al “hombre del paraguas rojo” (con este paraguas se identifica a los guías de Sandemans), quien nos anotó en una lista para el tour en español. A las 11 en punto, Miguel, el guía, reunió a todas las personas que iban a participar y comenzamos la excursión.

Uno de los primeros lugares que visitamos fue el Palacio Real Mayor, muy importante para los Latinoamericanos, ya que en uno de los salones de este edificio, se dice que, tuvo lugar la presentación de Cristobal Colón a los Reyes de España, luego del regreso de su primer viaje a América. Este dato, al igual que otras curiosidades, son contadas por los guias de los tours, por eso esta bueno hacerlo, si no uno ve un edificio que, sacando su hermosa arquitectura, no dice nada y sin embargo está lleno de historia.

Seguimos caminando por las angostas callecitas del Barrio Gótico, por las cuales no pasan autos, y nos
encontramos con la majestuosa Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia. El edificio que vemos en la actualidad, construido entre los siglos XIII y XV sobre la antigua catedral románica, es gótico por donde se lo mire. Este estilo van a poder reconocerlo en la mayoría de las edificaciones de la ciudad por los arcos apuntados, las torres terminadas en puntas, los rosetones y vidrieras, etc.

Casi enfrente de la Catedral, se encuentra el Colegio de Arquitectos de Cataluña, el cual, en su fachada, exhibe tres murales de Picasso. Estos fueron realizados por él, en un principio sobre papel, y el escultor Carl Nesjar fue el encargado de grabar los dibujos sobre el hormigón.

Nos adentramos aún más en el laberintico Barrio y pasamos por la Sinagoga Mayor de Barcelona, la cual, se afirma, es una de las más antiguas de toda Europa.

En el corazón del distrito nos topamos con la Plaza de San Felipe Neri, llamada igual que la iglesia de estilo Barroco que la preside. La plaza se monta sobre un antiguo cementerio medieval, destruido durante la Guerra Civil Española, donde aun se pueden ver las marcas de balas en las paredes y de las bombas lanzadas por la aviación.

El camino cada vez se hacia más interesante, pero es lo que repito: si te van contando la historia, tiene sentido. Llegamos al Puente del Obispo, uno de los íconos del Barrio Gótico. La calle donde se encuentra este puente, calle del Bisbe, fue la principal de la ciudad en la época romana. Se dice que al pasar por debajo de este puente hay que pedir un deseo… asique lo hicimos.

Saliendo del Barrio pasamos por la Basílica Santa María del Mar, una hermosa iglesia de estilo gótico catalán, situada en el Barrio de la Ribera. Un poco más adelante encontramos el Mercado del Born, donde actualmente se pueden apreciar restos arqueológicos medievales de lo que era el antiguo distrito.

Avanzamos un poco más, ya finalizando el tour, y llegamos al Parque de la Ciudadela, donde se encuentra el Parlamento de Cataluña.

Me olvidé de comentar que hubo un break a mitad del recorrido, donde nos llevaron a una calle llena de locales de comidas. Seguramente deben de tener algún tipo de canje con uno de los lugares, porque nos recomendaban donde comprar. Pedimos un sándwich de jamón crudo típico en una flautita de pan, estaba bastante bien en precio.

Ok, ahora si, volvamos al final del tour: siendo alrededor de las 14 hs. aún nos quedaba mucho tiempo por delante y una de las cosas que estábamos desesperadas por ver era EL MAR. Nos dirigimos a la Barceloneta, que es uno de los barrios marítimos más representativos de la ciudad. De este, hay que recalcar la disposición de las calles en forma rectilínea y sus manzanas rectangulares, totalmente opuesto a lo que era el Barrio Gótico.

Cruzamos una de las avenidas perpendiculares a la costa y allí, cerca de dos espigones, nos sentamos a disfrutar del sol y del Mediterráneo. Mojamos las “patitas” en el agua fría mientras mirábamos a nuestro alrededor. Desde ahí, a nuestra derecha, se divisaba el llamativo Hotel Vela, llamado asi justamente por su forma, y, a nuestra izquierda, se encontraba el sorprendente edificio en forma de cola de pez, construido con motivo de los Juegos Olímpicos. Al cabo de un rato, caminamos por la playa hacia el lado del Hotel Vela, observando la cantidad de barcitos que se alojaban en la costanera. Eran las 5 de la tarde aproximadamente, cuando decidimos regresar al Barrio Gótico para perdernos un rato por sus callecitas y disfrutarlo sin que nadie nos este marcando el tiempo.

Ubicado sobre Carrer de Montcada, casi en la esquina de Carrer de la Princesa, se encuentra el Museo Picasso. Si quieren ahorrar unos cuantos euros este es un buen dato, si es que te coincide la fecha: el primer domingo de cada mes, la entrada es gratuita a partir de las 15 hs, en este y en varios museos de Barcelona. Eso si, hay que hacer una larga cola, en nuestro caso fue de casi dos cuadras.

Sobre este museo en particular, decir si vale la pena o no, es bastante personal. Hay que saber que, si bien hay un par de obras conocidas, no son en su mayoría, ni son las más famosas. No esperen encontrarse el Guernica, porque esta en el Museo de Reina Sofia, pero eso lo vemos más adelante. Amén de esto, la colección que posee, es la más completa del mundo, en obras de la juventud del pintor. Otro dato a destacar de este museo es que no dejan tomar fotografías, es más, es obligatorio dejar todos los efectos personales dentro de un locker. Para los que quieran ingresar sin hacer colas en cualquier dia y horario, recomiendo sacar la entrada por internet, esto va para cualquier exposición de Europa.

No sé cuanto minutos pasamos dentro del Museo, uno siempre pierde la noción del tiempo en ellos, pero al salir ya era casi de noche. Seguimos caminando y descubrimos un pequeño “museo” de Dalí, uno de mis pintores favoritos por excelencia. Le insistí a Nati para entrar. No era gratis, y salía 10 euros el ingreso. Mis expectativas eran demasiado altas para lo que en realidad fue. Ninguna obra conocida, solo dibujos, bosquejos y esculturas en su mayoría, referentes a obras famosas. Estaban buenas, no lo niego, pero con las obras de Dalí que vi más adelante, realmente no vale la pena pagar 10 euros por eso, a decir verdad, fue bastante desilusionante.

Al salir de allí, continuamos caminando por el Barrio Gótico hasta que, sin querer, nos encontramos con “Els 4 Gats” o “Los 4 gatos”, un antiquísimo bar-restaurant, cabaret en su momento, que data de fines del siglo XIX. Este lugar era el punto de encuentro de artistas locales, como por ejemplo, nada más y nada menos que Pablo Picasso, quien también expuso allí sus primeras obras. Obviamente solo vimos la fachada y la lista de precios desde la puerta!. Todo muy lindo, pero muy caro. Si alguien quiere darse una vuelta por ahí está ubicado en el Pasaje del Patriarca.

Ya estábamos hartas de caminar y bastante lejos del hostel. Eran las 8 de la noche aproximadamente, cuando nos sentamos en una placita a descansar los pies un rato. Ninguna de las dos llevó un calzado adecuado para la situación, lo que hacia aun más doloroso el momento. Estando ahí, nos pusimos a debatir que íbamos a comer. Ya habíamos gastado bastante en ese museo “trucho” de Dalí, y la idea era gastar 20 o 25 euros por dia. A unos metros, vimos un supermercado y entramos. Nuestra elección fue unos canelones congelados los cuales salían 2,50 euros la bandeja. Indiscutiblemente compramos un chocolate grande de postre… mmmmmm… chocolate.

Cuando salimos del supermercat, como se llama allá a los supermercados, nuestros pies pedían a gritos no caminar un paso más. Subimos al subte en la Plaza de Cataluña y al cabo de 20 minutos llegamos a la Estación Sants. Con las escazas fuerzas que nos quedaban llegamos al hostel, nos bañamos y, en pijama y pantuflas, cocinamos las bandejitas de canelones en el microondas. No estaban nada mal. Eran de ricota y verdura, o eso suponemos, con una salsa blanca y roja. Si se quiere comer realmente barato en Europa lo mejor es cocinar uno mismo, aunque cuando uno esta de vacaciones no dice: Uy si! Que bueno cocinar! Me muero de ganas!! – Dudo que alguien sea tan optimista como para llegar cansado de todo el día y hacerlo con ese entusiasmo, no es lo que más ganas va a tener, pero bueno, ES LO MAS BARATO.

Esto hay que tenerlo en cuenta también a la hora de elegir hostel: que tenga cocina donde se PUEDA cocinar. Todo depende de cuan gasolero es el viaje que quiera hacer cada uno…

Y diciendo esto termina nuestro día 2 en Barcelona.

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Saludos y buenos viajes!!

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