Para que no queden opacadas por la grandiosidad de Chichén Itzá, voy a contarles sobre estas ruinas que no son tan famosas pero para mi, son igualmente imperdibles si están por la Rivera.
A solo 47 kilómetros de Tulum, se encuentra la ciudad de Cobá. Esta zona arqueológica data del 800 y 1.000 d.C., sin embargo los primeros asentamientos humanos registrados fueron entre 100 a.C. y 300 d.C.
Al ingresar al recinto se abonan $50 mx. para estacionar y $65 mx. la entrada a las ruinas. Una vez que pasamos el molinete, aparecerá gran cantidad de gente a ofrecernos servicio de guía. De todos modos si uno lo quiere recorrer por su cuenta no hay ningún problema.
Caminamos unos metros entre arboles y la espesa vegetación que tapaban el sol de las 4 de la tarde. El calor era agobiante pero corría cada tanto una brisa que realmente refrescaba. Es importante, MUY importante, llevar agua, ya que la necesitaran a cada momento. Adentro del parque hay uno o dos puestos donde comprar, pero no les aseguro que la vayan a conseguir barata.
El complejo esta dividido en tres partes, la primera se encuentra a unos 100 metros de la entrada llamada Grupo Cobá, y se encuentra justo junto a la laguna que lleva el mismo nombre. Allí veremos una gran construcción principal escalonada. Se trata de la Iglesia, mide unos 24 metros de altura siendo el segundo edificio más alto del lugar. A sus pies se encuentra la Estela 11, es como si fuera una tabla de piedra tallada, en la que, dicen, se ve una virgen llamada Colebí que los habitantes adoraban. A la izquierda de este monumento, se encuentra uno de los dos campos de Juego de Pelota de esta zona arqueológica. Estas canchas de piedra constan de dos paredones, en este caso inclinados, en los que en su parte superior hay un anillo de piedra vertical. Por ahí tenían que pasar la pelota de hule los jugadores. Recorrimos esta zona y pasamos de un lado a otro a través de dos bóvedas de piedra, similares a túneles que atraviesan las milenarias estructuras.
En este complejo se encuentra la pirámide más alta de la península de Yucatán. Si, aun más alta que el Templo de Kukulkán en Chichén Itzá. Hablamos de la pirámide Nohoch Mul (montículo de tierra), la cual mide 42 metros de altura. Lo más fascinante de este lugar es que aún se permite ascender a la cima de este Templo. Desde allí tenemos una panorámica increíble de la vegetación casi impenetrable que seguramente todavía esconde ruinas que no han sido descubiertas. Es un poco vertiginoso escalarla, no lo voy a negar, pero una experiencia alucinante. Los escalones miden como medio metro de altura y son de una especie de adoquín, algo resbaladizos. Se tarda unos 4 minutos treparla, aunque cada uno puede tomarse el tiempo que necesite, no es una carrera. Para llegar entero a la punta, lo mejor sería ir parando cada tanto. Para descender de allí, lo mejor y más seguro es hacerlo bajando escalón por escalón, sentados sobre ellos. También hay una soga que cuelga desde la cima hasta la base para que uno puede ayudarse. Para llegar hasta este lugar son aproximadamente 15 minutos a pie. Incluso se pueden rentar bicicletas o carros-bicicleta con chofer, los cuales cuestan $70 mx. ida y vuelta. Nosotros fuimos a pie, los caminos son anchos y de tierra llamados “sacbés”. A ambos lados la selva nos regalaba cantidad de sonidos de aves e insectos.
A un poco más de la mitad del camino hacia la Gran Pirámide, nos topamos con la segunda parte del complejo, llamada Grupo D. Aquí nos encontramos con otro Juego de Pelota más pequeño, donde los aros estaban a una altura más considerable. El conjunto de ruinas de esta zona esta conformado también por un lado, el “Conjunto de Pinturas”, formado por estructuras y altares. Tiene este nombre ya que aun se pueden observar rastros de pintura en estos edificios ceremoniales. Por el otro lado, encontramos el Xaibé, que significa “Cruce de caminos”, debido a que justo en ese punto se unen cuatro de ellos. Este edificio es distinto a los demás, son como cuatro escalones redondeados, terminando con una cúpula en punta pero también redondeada.
Seguimos caminando unos minutos más por el sendero que nos llevaba hasta la última zona donde se encontraba el “Grupo Nohoch Mul”. Alrededor de la gran pirámide se encuentran dos estructuras más. Por supuesto que lo más impresionante de todo el complejo Cobá es este gran Templo. Sinceramente vale mucho la pena ir hasta allí y subir. Como ya dije, en pocos minutos se llega a la cima, es cansador, por lo menos para quien no está en estado físico, pero no dejen de hacerlo, es una experiencia única!
Bueno viajeros! espero que les haya gustado esta pequeña crónica.
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Saludos!! y buenos viajes!!!
Acá els dejo el video: