Cuando decidí hacer el viaje de la costa oeste de EE.UU. y me puse a fijar el recorrido, por supuesto que ya tenía ciertos lugares a donde quería ir, como Los Angeles, El Gran Cañón; pero como iba a viajar en auto e iban a ser 20 días, me puse a investigar que otros lugares, tal vez no demasiado populares, habia cerca. En esa época, y no estoy hablando de muchos años atrás, no estaba tan “de moda” viajar, y no había tanta información como ahora, asique para mi Page fue todo un descubrimiento. Esta pequeña ciudad, al norte de Arizona, casi al limite del estado de Utah, tiene lugares realmente increíbles. La ciudad en si parece más un pueblo, si esperan ir de shopping no es el lugar indicado. Pero si no, les cuento que hay muchas actividades geniales e imperdibles que pueden realizar.
Llegué a Page pasado el mediodía, dejé la valija en el hotel. Como ya dije, no es una gran ciudad, pero el Roadway Inn tiene una buena ubicación, además de brindar desayuno completo, estacionamiento e internet, y el precio era aceptable. Para los amantes, como yo, de la comida mexicana, si van a Page no pueden perderse las exquisiteses de “Fiesta Mexicana”. Este restaurant atendido por auténticos mexicanos tiene los mejores platos que he probado, además de que el ambiente y la atención son excelentes. Es más, las dos noches que pasé en Page cené allí, la primera pedí comida para llevar, y cené en la habitación; la segunda en el resto. Algo importante también es que tienen precios razonables y las raciones son abundantes. Mi alma de gorda no podía dejar de hacer todo este comentario acerca de la comida ya que era realmente muy buena.
Volviendo al día que llegué a Page, luego de dejar la valija y me dirigí hacia la presa del cañón Glen, por el cual transita el río Colorado, desembocando en el Lago Powell. Primero fui del lado de la represa donde hay una especie de miradores de formaciones rocosas. Los colores ocres y marrones resaltaban a pesar de que el día estaba completamente gris. El río Colorado, de color verde esmeralda, descansaba tranquilo en la base del cañón serpenteando hasta perderse entre las paredes de piedra. Algunos gekos caminaban rapidamente dándome sobresaltos cada vez que notaba algún movimiento cerca mio. El dique es gigante, sin embargo, en ese momento, el cause del agua era realmente bajo. Luego de sacar unas cuantas fotos, agarré el auto y me dirigi, sin rumbo fijo, bordeando el lago. Encontré un camino que descendía hacia la orilla. El lugar se llama Wahweap y se trataba de una especie de club náutico, ya que el lago esta repleto de pequeñas embarcaciones. Toda la bajada desde la ruta hasta alli, muestra un paisaje el cual, no exagero, te sumerge dentro de un cuadro. Del lado de enfrente se encuentra Antelope Island, la cual presenta unas formas muy fuera de lo común. Pasé el resto de la tarde ahí, tirada en un arena gruesa y rocosa, pero con una inmensa tranquilidad, ya que no había nadie a mi alrededor.
Llegando el atardecer, me dirigí al hotel, y después de comer un suculento “burrito”, me dormí.
Page – Día II
Hacer rafting por el Colorado me parecía una actividad a la altura de las circunstancias. Contraté esta excursión en Colorado River Discovery. Alrededor de las 10:30 am. tenia que presentarme en la agencia que quedaba en el centro de Page, media hora antes del horario de salida. Allí nos subieron a una camioneta que nos llevó hacia la represa que había estado el día anterior. Era un grupo de 8 personas, aproximadamente. Descendimos por unas escaleras, con cascos de seguridad, hasta la base del cañón. Ahí nos esperaba una especie de balsa semirígida, en la cual pasaríamos las siguientes horas. Algo para tener en cuenta es que el paseo incluía bebidas, pero no comida, por lo tanto cada uno debía llevarse su vianda. Transitamos a lo largo del calmo Colorado, mientras el guía iba informándonos acerca de la historia del cañón, del río y de la fauna del lugar. Luego de una hora de navegación, ancló la balsa en una orilla con una playita de arena. Descendimos y comenzamos una pequeña caminata hasta llegar a las paredes del cañón. Allí nos mostró petroglifos (dibujos grabados en piedras) dejados por los nativos del lugar.
Volvimos a la balsa para seguir con el recorrido, hacia donde sería el puto de regreso. La Horseshoes Bend es un espectáculo, pero mucho mejor es verla desde arriba. Yo creí que íbamos a verla, pero tuve que hacerlo por mi cuenta una vez que terminó la excursión. Para llegar tienen que dirigirse desde Page, por la ruta 89 hacia el sur hasta que vean el cartel hacia Horseshoes Bend, una camino de tierra se abre a la derecha, hasta que se llega un lugar donde pueden dejar el auto. Ahí tendrán que prepararse para una increíble subida a pie a través de una especie de médano. Son casi 10 cuadras hasta el borde del cañón, donde tendrán la panorámica perfecta de la “herradura”.
Volviendo al tema de la excursión sinceramente me decepcionó un poco, me esperaba algo más adrenalínico, por así decirlo, o eso es lo que yo entiendo por Rafting en el Colorado. Como paseo en si, es bonito de hacer, pero nada imprescindible. Algo muy importante si contratan esta excursión en este lugar, es que no permiten llevar mochilas, por una cuestión de seguridad. Habrá que llevar sus alimentos en bolsas transparentes. Lo único permitido son los estuches de cámaras fotográficas.
Espero que les haya servido la información! Les dejo una selección de fotos!!
Saludos!! 😀
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